Este camino que vemos, en imágenes de otoño y de primavera, es el que nos lleva hasta El Arenal.
En El Arenal, los que ahora andamos por los treinta y cinco años, y los que tienen
mas años también, hemos pasado muchas horas en los veranos, ya que era el lugar de baño y diversión, en aquellas épocas, en las que eramos muchachuelos.
Todas las tardes veraniegas, después de la pertinentes digestión, nos íbamos a bañar al Arenal. En el río, descalzos casi siempre, sin protección solar nº 70 ni ningún tipo de mandangas, y comíamos las manzanas reinetas que estaban al lado recién cogidas del árbol, y tampoco nos pasaba nada. ¿Cómo habremos sobrevivido sin la cantidad de historias y protecciones y otros potingues que hay ahora?....

.... Y cómo sabían aquellas manzanas!!!!






































